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Guerra y paz

Viendo lo que está sucediendo en el mundo son varios los pensamientos que me pasan por la cabeza, y que voy a dejar fluir …

  • El derecho a la vida y a la libertad de las personas debería primar por enci-ma de intereses económicos, políticos o ideológicos.
  • En una guerra, al igual que en cualquier pelea, siempre hay dos bandos, por lo que no se trata de la guerra de uno u otro, sino de la guerra de ambos contendientes.
  • Todas las guerras son atroces, ya sean con armas de fuego, armas biológi-cas o incluso psicológicas, y deberían ser condenadas por igual.
  • La vida de una persona tiene el mismo valor si es rubia con ojos azules que si es de piel negra y ojos marrones.
  • Es igual de condenable bombardear edificios en un país de Europa que en un país de África o Asia.
  • El idioma, la religión o las creencias que una persona o un país tengan no justifica ningún asesinato.
  • Igual de asesino es quien mata que quien da la orden de matar.
  • Medir por distinto rasero los actos de unos y otros lleva a la injusticia, la in-coherencia y el desequilibrio.
  • Ante una guerra “ajena” podemos elegir tomar partido e implicarnos o no hacerlo.
  • Es injusto castigar a los ciudadanos por las decisiones de sus políticos, y nos muestra las expectativas que estos tienen respecto a sus propias fecho-rías.
  • La paz no puede sostenerse sobre unos principios y valores injustos y ca-rentes de ética.
  • Quien no tiene paz en su interior, difícilmente encontrará la paz en el exte-rior.
  • La paz no se impone, se crea y se comparte.
  • Criminalizamos a quien quiere impedir a un país decidir sobre su propia soberanía, pero vemos aceptable que limiten la soberanía de las personas sobre su propio cuerpo a través del chantaje y la coacción.

En ocasiones considero que estamos en un mundo gobernado por psicópatas con escaso respeto por la vida humana, y con ansias de poder ilimitadas.

Nos imponen lo que debemos creer y nos privan de la libertad de informarnos para valorar por nosotros mismos.

El camino por el que nos quieren llevar es muy peligroso y sin duda será muy doloroso para muchos.

Nuestra libertad individual para pensar, para decidir los valores que dirigen nuestras vidas, para desechar ideologías que consideremos tóxicas, para conectar con el amor y la paz en nuestros corazones, es lo que salvará este mundo. ¡No renuncies nunca a ello!

Ricardo Eiriz
Creador de Método INTEGRA
Embajador de la Paz y la Buena Voluntad de San Cristóbal de las Casas (Chiapas, México) ante la UNESCO